La Auditoría de la ciudad de Buenos Aires (AGCBA) venía trabajando el tema concesiones pero a partir de la tragedia en la fiesta electrónica se resolvió realizar dos auditorías específicas: una sobre la Agencia Gubernamental de Control y otra sobre la ocupación, uso y explotación de los espacios de uso público del predio Costa Salguero. "Uno de los problemas que observamos en el análisis que hemos hecho de muchas de las concesiones del Gobierno de la Ciudad, es que los cánones que los concesionarios le pagan al Estado porteño son irrisorios.
Costa Salguero, lamentablemente, no es la excepción a esta regla", dijo Cecilia Segura, presidenta de la AGCBA. A lo que agregó: "Esta concesión en particular siempre ha estado rodeada de polémicas que involucran, además, grandes negocios para los privados y vinculaciones no siempre claras con el poder político de la Ciudad". Por su parte el auditor Hugo Vasques dijo que esta auditoría "era una deuda pendiente para la AGCBA" y especificó que "se analizará la concesión en los aspectos legales y financieros del contrato, controlando el cumplimiento de la concesionaria, los subconcesionarios y los contratistas, de las normas impositivas y urbanísticas de la ciudad".